Un poco de publicidad, si nos lo permiten...;-) La entrevista es del año pasado y entonces
'Los Dedos Mochos' no teníamos blog... Participamos por esas fechas en un espectáculo musical celebrado en el Fortín de
Pergamino, Buenos Aires, junto al cantor puntano Ezequiel Amaya, el grupo Quesencka y
otros artistas invitados.
En aquella ocasión también, presentamos nuestro segundo CD, 'Pa' que sufra el condenao', con veinte temas, todos de autoría propia. ¿Por qué ese nombre? Como bien explica Carlos, "porque no nos hace falta vender el alma al diablo para tocar los instrumentos o cantarle a nuestro paisaje y la pena de nuestros paisanos".
Bueno... Vamos con la entrevista.
—¿Cuál es el mensaje y la propuesta musical de 'Los Dedos Mochos'?
—Moisés: En nuestra zona —norte de Córdoba— una zona bastante agreste si se quiere, pero de paisanos introvertidos, respetuosos, hemos visto que hay una necesidad de comunicación en otros códigos que no son los que están vigentes en el folklore que hoy se escucha y son aquellos que nosotros vivenciamos muy profundamente, que es interpretar el paisaje, la bonhomía —diría Yupanqui— pero en general es respetar una cierta cosmovisión que une al hombre con la tierra.
—Creo que el mensaje, en cierto sentido es generar lazos espirituales con la tierra. Y esto no a través de un discurso como el que estoy diciendo sino evocando la memoria emotiva con sonidos que nos son familiares, que son el canto de las aves, la marcha de un caballo lento —nuestra chacarera es lentita, a los galopes—. Uno escucha el casco en la piedra, más bien es un burro y no un caballo al galope. Entonces, es tratar de desacelerar un poquito la vida que se está acostumbrado a llevar a una velocidad frenética, para detenerse a ver lo que lo rodea a uno y lo que se lleva adentro.
—El segundo disco que presentan esta noche se titula 'Pa’ que sufra el condenado', ¿a qué apunta el título?
—
Bordón: Es controversial. Se dice en el folklore, más que nada en el santiagueño, que muchos guitarreros le venden el alma al diablo, cuando van a una salamanca para aprender a tocar la guitarra o para pedir un deseo para lo que uno quiera aprender, entonces el diablo, a cambio del alma le enseña y le da el don de aprender el instrumento. En nuestro caso no es así, por eso le pusimos 'Pa’ que sufra el condenado', porque no nos hace falta vender el alma al diablo para tocar los instrumentos o cantarle a nuestro paisaje y la pena de nuestros paisanos.
—¿Este disco contiene temas propios?
—
Moisés: Nuestra forma es a través de una ronda de guitarreros que es lo que se estila en el norte de Córdoba. Son solistas que comparten su modo de ver la música. No tocan nunca dos personas a la vez, aunque, haciendo alusión a esto de lo diabólico, siempre se escuchan dos o tres pero toca uno. Hay formas de afinar la guitarra y demás que le permiten a uno tocar el bombo, rasguear, puntear, hacer una segunda guitarra y cantar a la vez.
—Entonces, a través de esta forma, él toca sus composiciones y yo interpreto las mías. El primer CD está compuesto de 15 temas de estas características y el segundo son 20 temas, todos de autoría propia, de los que se destaca que musicalmente hay algunos que recuerdan a
Yupanqui, otros a
Di Fulvio y un homenaje en el medio al
Chango Rodríguez, que fue de donde más de un guitarrero abrevó la forma de tocar.
—¿Cómo es esto del madrinazgo de Teresa Chavero?
—Bordón: Esto nace en Cerro Colorado para el natalicio de Atahualpa Yupanqui, donde conocemos a Teresa y a Silvana Ratto. Estamos muy agradecidos con estas personas que nos propusieron el amadrinazgo. Fue una sorpresa muy grata porque fuimos a ver si nos daban un espacio para tocar en Cerro Colorado y se vino toda esta catarata de alegrías que, desde ese momento hasta hoy, no dejan de cesar.
—¿En qué va a consistir el espectáculo de esta noche en el Fortín?
—
Moisés: La propuesta va a rondar primero por una pequeña muestra del paisaje serrano a través de lo musical. Después vamos a entrar, como la carátula de nuestro nuevo CD sugiere, hasta la puerta de la salamanca. Con un poquito de suerte lo vamos a mirar al diablo a la cara para ver si es que todavía tiene algo para decir, pero, en realidad creo que en muchos aspectos la identidad profunda americana está representada por un diablo que no es el satán cristiano, sino que es aquello que nos resulta difícil de comprender. Entonces lo hermana lo aborigen, lo afro y lo gringo. Creo que esto es en definitiva la América profunda y es lo que vamos a tratar de mostrar porque, de hecho, dentro del CD todo esto confluye.
—¿Por qué el nombre 'Los Dedos Mochos'?
—Moisés: Siempre digo que nosotros no somos gente que trabaja de artista sino trabajadores que hacen arte, y nuestras manos han sufrido deterioro por máquinas, por accidentes de la vida. Por eso desde aquí les mandamos un enorme saludo a lo trozos de dedos que nacieron con nosotros y que ya no están (risas).
Además de hacer música, Moisés es luthier y Bordón se desempeña como herrero artesanal.